miércoles, 6 de octubre de 2010

Piedad con Ingrid

(Conversación telefónica entre Ingrid y Piedad)

Piedad: Hola mija, ¿cómo estás?¿Donde estás?
Ingrid: De New York a París, como los desfiles de moda.
P: ¿Y cuando vas a promover el turbante?
I: No se, no ves que prometí dejarme crecer el pelo hasta la liberación de todos los secuestrados, pero después, ñac, a cortármelo.
P: Es que eso de la imagen de los secuestrados es un cuento, ¿no ves que yo pa' evitar que se vieran muy demacrados propuse que las pruebas de supervivencia fueran en audio y no en video?
I: Si mija, no viste el escándalo cuando mostraron el video mio, sin maquillaje, con frizz, no me provocó hablar.
P: Claro, o las fotos mías con la guerrilla; con boina, recibiendo flores y con eso me relacionaron con ellos.
I: Es que esa situación del secuestro es muy dura. Por eso fue que pedí la indemnización. Eso si, la cantidad no era simbólica sino el sueldo que dejé de ganarme durante ese tiempo (entrevista con la revista Die Spiegel, Alemania).
P: Claro mija; es que con ese gobierno en el que estábamos no se podía ni hablar, por eso me decidí por los emails.
I: Claro mariquis... No ves que yo como ciudadana francesa cuento con el apoyo de Sarkozy; eso si, igual que con el que cuentan los demás secuestrados en Colombia.
P: Yo también cuento con el apoyo diplomático pero más cerquita, de la vecindad del Chavez. Huguito me deja decir lo que quiera y no hace tanto escándalo como los medios. Yo amo a Colombia, solo que los países latinos no deberían negociar con nosotros, y aparte el territorio es una fosa común, pero yo amo a Colombia.
I: Je suis d'accord. Ay, perdón. Yo estoy de acuerdo. ¿No viste el revuelo que causó mi libro? Y Clara Rojas salió a desmentir. Envidiosa. Yo recibí siete millones de dollars con mi libro y ella el hijo de un guerrillero. ¿Te imaginas? de un guerri.... que ceba. Lo mio es la alta diplomacia.
P: Ay si. Yo supe de más de un cuento tuyo como la sangre azul, la crema y nata de París. Yo me rozo con los altos mandos de la dictadura veneca, sobretodo cuando nos sentamos en la parte de atrás de un carro, porque quedamos apretaditos, casi como mis sudaderas cuando iba a la entrega de secuestrados. Pero bueno, ¿cuando volvés por acá?
I: ¿Colombia?¿Tercer mundo?, c'est ne pas possible. Más bien, ¿tu cuando sales de allá?
P: Pues con el cambio de gobierno ya no tengo de quien rajar por fuera del país. Pero con este gobierno, esperemos a ver si me dan un consulado.
I: O un consolador, querida. Para bajar la calentura.
P: Ay no digas esas cosas, no sea que nos tengan chuzados los teléfonos.
I: Pues tan siquiera que le chuzen eso mija.
P: Ay Ingrid. Por algo dicen que yo no quería que te soltaran. Deje así mejor. Chao, Chao, que me está llamando Huguito.
I: Au revoir, Piedis. Hablamos en la próxima polémica. A que la armo primero.
P: No creo mija, pero bueno. Con vos, no hay silencio que no termine.

3 comentarios:

  1. Juaaaaaaaaaaaaaaa! me rei! esta buenisimo...!

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  2. je, je, je.... parece un guión para el noticiero NP& con los Reencauchados... me encanta el personaje que tienen de Ingrima

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  3. Buena esa viejo man. Está genial lo que escribiste. Tené piedad con Pieda

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