miércoles, 16 de octubre de 2013

Alvarito, el Ventrilocuo (II)

Hace un tiempo les conté la historia de Alvarito el Ventrílocuo, en la que Alvarito, al no poder renovar el contrato en el Casino Colombia, compró un robot para que fuera el ventrílocuo y él lo pudiera controlar en palabra y obra. Lo que no esperaba era que el robot, JuanMan, lo traicionara cambiando el libreto y conversando con los de logística (FARC) tras bambalinas. 

Pues déjenme decirles que nuestro afamado artista, no queriendo desaprovechar su talento y su capacidad de poner a sus muñecos a decir lo que él quiera, decidió buscar otros escenarios que no fueran el Casino Colombia pues, como ya lo dije, no puede presentarse nuevamente, por mucho que sus fans lo pidan a gritos, sobretodo los que ya no quieren ver a JuanMan, y menos quieren que le renueven el contrato por otros cuatro años.

Por tal razón Alvarito, con su caja llena de muñecos y monigotes, decidió hace show en el Bar El Senado, lugar donde se toma trago, vacaciones, descansos, pero no decisiones y donde se habla en voz alta, se manotea y se interrumpe, tal como a él le gusta.

Pero no contento con esto, decidió hacer algo en contra de el Casino Colombia por no dejarlo presentar más. Buscó otro robot que interpretara su discurso, esperando la ovación del público, ya que es esta su motivación y su droga. Alvarito podrá ser abstemio de licor, pero no de poder. Esta vez, a diferencia de la anterior, leyó las instrucciones para no verse en la misma situación de traición. El problema que tenía era: ¿dentro de qué muñeco pondría el robot para manejarlo a su complacencia? Tenía varias opciones, donde se destacaban: Pachito; un muñeco con pelito totuma peinado por la mitad y con gafas, voz de pajarito y problemas con los corrientazos. Aspecto perfecto para un muñeco, pero no para ventrilocuo, le falta madera. Sherlos Holmes; era un detective que se buscaba a si mismo porque nadie sabia de él ni nadie lo conocía. José Félix, el vaquero, que saltaba de un lado al otro del establo según su conveniencia. El Conde Zulu; hagan de cuenta el conde contar, pero sin capa. Alvarito miraba la caja donde yacían los muñecos y se rascaba la cabeza, pues no sabía a quien adaptarle el robot. Y su indecisión empezó a inquietar a los muñecos que decían ser cada uno el mejor para la misión. Pachito criticaba a JuanMan su primo por las conversaciones con los de Logística. El Conde Zulu decía que Alvarito no debía juntarse con José Obdulio, porque este último tenía un primo famoso, tanto que salia en Cartel y afiche, y eso dañaba la imagen del ventrilocuo. Alvarito, como cosa rara, no le hizo caso a nadie, entonces decidió hacer una consulta entre amigos cercanos. El más contento era El Conde Zulu ya que, era de los afectos de los amigos de su gestor. Sin embargo, viene sonando (que se entienda que no es sonándose) otro muñeco que, ese sí tiene vos de muñeco, barbita de muñeco, calvita de muñeco y sobretodo una prominente nariz de muñeco llamado JuanLozan y que es de los afectos de Alvarito desde hace mucho tiempo.

Todos estamos expectantes de lo que pueda ocurrir dentro de la caja, antes patrocinada por jabón Puro y ahora con el apellido de Alvarito, se llama Uribe Centro Democrático. Es una caja de muñecos a la espera de quién tendrá el honor de representarlo en la licitación que se abrirá el próximo año para conocer al encargado del show principal en el nunca bien ponderado Casino Colombia. Si sé algo, les cuento.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Santos no buscará la reelección para no perder

La reelección ha sido una figura no muy bien aceptada por los colombianos, que hasta hace poco eramos de los pocos pueblos latinoamericanos que no podían reelegir a quien estuviera presidiendo el país. Una de la razones es que en nuestro país se cambió la Constitución Política para darle vía a dicha figura, no porque fuera algo útil, necesaria y verdaderamente manifestara la petición de un pueblo de darle continuidad a lo que consideraban estaba andando por buen camino. No. La reelección en Colombia se hizo con nombre y apellido; Álvaro Uribe Velez. En aquel momento, la popularidad del ex presidente era tal, basada en logros militares, una aparente inversión extranjera y una actitud trihuevitaria, que sus deseos eran órdenes, y se hizo todo el lobby oscuro necesario, con el fin de lograr la modificación de la Carta Magna, aunque esto involucrara también la redefinición de delitos como el cohecho.

Hubo gente que aplaudió la decisión de la Corte de permitir semejante cambio, durante semejante gobierno. Muy posiblemente los que, luego de un intento fallido por modificar las reglas otra vez, ven como el mesiático Uribe le entregaba el timonel a uno de sus más fieles colaboradores, Juan Manuel Santos, votaron por el ungido para que lidiara con las riendas de este país. Hoy muchos de esos votantes son los primeros en declarar su animadversión contra sus designios. Traidor es el menor de los epítetos contra el presidente.

La figura de la reelección tiene varios matices. Para los que están montados en el poder, se convierte en la posibilidad de hacer una campaña disfrazada a partir del tercer año del periodo presidencial, lo que implica que no se dedican a ejecutar como deben sino como les conviene para quedar bien y así irse metiendo la gente al bolsillo. Esto, hace que estén en una posición privilegiada donde cuentan con un presupuesto y unas ventajas en el tiempo incomparables con sus futuros contendores de campaña; o ¿por qué creen que Santos quiere vender Isagen? Presupuesto publicitario y administrativo, y un susurro para que a todos les quede claro que desde ese puesto se hace lo que le de la gana. Para la oposición, la reelección es la prueba fehaciente de ver cuánta fuerza y cuántos remos tienen para navegar contra la corriente.

Lo interesante del caso presente es que, a pesar de no contar con el beneplácito del pueblo, 72% de imagen desfavorable (solo superado por Pastrana, ah bueeno!) el presidente tiene cierta opción de tener resultados favorables en caso de ir por un segundo periodo. La razón es simple. No tiene un rival fuerte, no solo que se vea en la crema de la política sino que no está claro para el elector. En el país del Sagrado Corazón de Jesús, el rival más fuerte y al que la gente le cree un poco es uno del mismo equipo del presidente y quien ha jurado serle fiel; el man es Germán, Vargas Lleras. Pachito Santos dijo que él veía a Vargas Lleras compitiendo contra su primo, por encima de pactos de lealtad, de esos que el presidente sabe tanto. Solo esperemos que no le paguen igual.

Debido a los paros agrarios que dice no ver (será en Anapoima que no hay), los problemas del mar, el concepto dividido ante las negociaciones con las FARC, las salidas en falso y una ineptitud de varios de sus ministros, Juan Manuel Santos no cuenta con el apoyo necesario para una reelección. Santos no será elegido, pero no porque pierda pues, como ya lo dije, no hay rival. Lo que pasa es que no se presentará, porque él no quiere quedar como el Sarkozy colombiano, buscando otro periodo y quemándose en el intento. Y aparte con la suerte de que la esposa de cada uno de ellos salió en Vogue.

jueves, 27 de junio de 2013

El Gran Colombiano ¿por qué se extrañan?

La elección del ex presidente Álvaro Uribe Velez como el "El Gran Colombiano", en el concurso de History Channel, ha causado una cantidad de reacciones por parte de sus seguidores y detractores. Sin embargo, yo digo - ¿por qué se extrañan?.

Aparte de todas las posibles razones o excusas que pueden plantearse para explicar el resultado de dicho concurso, hay otros aspectos no tan públicos que se pueden tener en cuenta.

Una razón es la falta de conocimiento de la historia de Colombia. Empecemos por el hecho de que uno de los candidatos por los cuales la gente votó es el mismo Simón Bolivar. Con todo lo importante que fue para esta tierra, Bolivar no es colombiano sino venezolano. Mencionaron a Nariño y a Policarpa, héroes de la patria pero que no cuentan con el reconocimiento de muchos jóvenes, que son los que más votan es estas encuestas y concursos que van por internet porque ni son mediáticos ni tienen twitter ni facebook. Para este caso, lo mismo le ocurre a Gaitán y a Galán, de quienes olvidamos, con el paso del tiempo, su legado.

Los científicos como Patarroyo y  Llinás, por ese mismo hecho de ser científicos tienen la maldición de que nunca se les reconoce con la misma proporción de lo que aportan, o sinó que lo diga Patarroyo cuando estuvo a punto de cerrar su laboratorio porque el gobierno de Patrañita no le quería girar del presupuesto, pero si tenía para renovar su flotilla de BMW, y en el caso del Dr. Llinas, el prestigio, el reconocimiento y el sueldo vienen de su puesto en Nueva York, sea como académico o como profesional en medicina, y eso que a ese nivel, poquitos.

García Marquez, digno representante de la literatura universal y uno de los escritores vivos más importantes del mundo y, como lo dice el Espectador en su crítica a la elección final, el único colombiano del que se hablará dentro de cien años, tiene el inconveniente de hacerse convertido en un ciudadano del mundo, pero sin llegar consigo el nombre de Colombia a excepción de en la cédula. Exiliado, ha estado fuera del contexto colombiano real, pues codearse con presidentes y diplomáticos e interceder en aspectos de paz, sabiendo de su tendencia a apoyar el comunismo, discrepa de su colombianidad. 

Jaime Garzón, el segundo lugar en esta encuesta, fue alguien que nos hacía ver la realidad de otra manera, usando la comedia como una gran arma que, siendo tan fuerte, de tanto reír no entendíamos el mensaje encriptado. Gazón fue víctima de las AUC, ejército privado creador por los terratenientes del país, para defenderse de la guerrilla y para desplazar y apoderarse de las tierras, y del cual mucha gente ha pensado por mucho tiempo que el ex presidente Uribe es o fundador o patrocinador, o ambos.

Sin embargo, a pesar de que pudo haber sido cualquiera de los ya mencionados la elección de Uribe como El Gran Colombiano ha molestado a muchos. E insisto, ¿por qué se extrañan?. Ya hay varios rumores de que el presidente Uribe es miembro de la junta directiva del conglomerado que es dueño de History Channel, y aparte que Sofasa Renault, con sede en Envigado, Antioquia, papá, fue patrocinador del concurso y que su presidente es más uribista que Lina Moreno. Qué esperaban los colombianos?¿que ganara otro? Si las cosas son así, podemos hacer un símil entre el concurso y el gobierno del, a la postre, ganador. Una actitud maquiavélica, donde se llega al objetivo como sea, sin medir consecuencia colaterales. Seguramente hubo muchas personas que votaron por Uribe más de una vez, porque eso era su disposición, y allá ellos, pero seguro que había una red orquestrada por Jose Obdulio o cualquier otro purasangre la cual se encargó de multiplicar los votos, haciendo que la realidad no se viera manifiesta. Que hablen de mi, bien o mal, pero que hablen, decía Napoleón y seguro que Uribe lo tiene como mandamiento. por eso su obsesión con twitter, su animadversión con JuanMa y su intención de politiquero anticipado. Todo porque el concurso dio unos resultados, igual que su gobierno, pero no se sabe cómo se lograron porque no vemos que hay debajo de la mesa. 

Hace poco rondó una frase de Esteban Mejía: Uribista es quien cree en las ideas de Uribe; antiuribista es el que las entiende. Algo parecido ocurre en el caso del concurso de History Channel. Puede que la elección haya causado indignación en muchos, pero si lo piensan bien, se acuerdan del proceder del expresidente antes, durante y después de su mandato, y del alcance de sus tentáculos, respirarán profundo y pensarán: verdad, no me extraña.

Nota: El martes estuvo el presidente Santos en Cali, y el presidente del Congreso y del Atlético Lagarteiro, un tal Roy Barreras, sorprendió a todo el mundo con un evento inusual en  el hotel Dann. Tras mostrar escenas de guerra y destrucción en una pantalla gigante, Roy salió por un balcón en un segundo piso, declamando sus poemas... que payaso! Afortunadamente ya no presidirá más el Congreso y tendrá que enfrentarse a un proceso en el que puede perder la investidura.

viernes, 12 de abril de 2013

Dime pajarito: ¿quién ganará en Venezuela?


La disputa entre Nicolás Maduro, candidato oficialista, y Henrique Capriles, candidato de la oposición por la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela se pone cada vez más dura pero al mismo tiempo, más interesante. Entre movimiento de grandes masas, insultos, proselitismo y propuestas comprometedoras, el pueblo venezolano busca apoyar al abanderado de sus afectos con el fin de alcanzar el mandato del ejecutivo que, como han quedado las cosas según las reformas constitucionales, maneja una gran parte del poder.

Del lado de la izquierda, con su pensamiento populista, antiyankee y socialista, Nicolás Maduro recurre a diferentes métodos para hacer que el recuerdo del comandante Hugo Chávez no se desvanezca ya que, más que su endeble conocimiento de estadista, su débil carisma o su poca capacidad de desarrollar políticas que hagan que el país avance, es el arma más fuerte que tiene, esperando que aquellos que recibieron subsidios y beneficios que antes no recibían porque la clase corrupta se los robaba, lo apoyen no solo porque están metidos en un falso socialismo sino porque esperan que la ideología de un hombre como ellos persista en el tiempo. Se hace llamar hijo de Chávez, su discípulo, sobretodo porque contó con el aval del comandante estando en vida. Ese video de Chávez diciendo, “voten por Maduro” es utilizado en las multitudinarias convocatorias de campaña, con el fin hacer proselitismo. Dice que el espíritu de Chávez se apareció en forma de pajarito, en una capilla.

Del lado de la oposición, está el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, quien ha demostrado que también cuenta con una cantidad de seguidores que, en su gran mayoría son un reflejo del inconformismo de una parte del pueblo con el proyecto chavista. Lo cual es entendible ya que el hecho de no estar de acuerdo con un sistema de gobierno no implica que se le prive de derechos fundamentales y civiles. Hay que ver el ejemplo del consulado de Venezuela que había en Miami y que fue cerrado desde las pasadas elecciones, por el miedo y certeza del oficialismo que, siendo emigrantes, la mayoría de los votos irían para la oposición, y obligandolos a desplazarse grandes distancias para ejercer su derecho. Este aspecto y las verdades a medias de su contrincante han hecho que Capriles mantenga los seguidores de pasadas elecciones dándole una posibilidad real de ganar, según lo dice una de seis encuestas realizadas.

Capriles, al igual que Maduro, proponen aumentar el salario mínimo entre 35 y 40%, teniendo un tinte populista y proselitista, típico de campañas electorales de país suramericano. La gran diferencia es que Capriles basa el aumento en que los fondos saldrían de $7.000 millones de dólares de petróleo regalados a países, no sé si aliados o lambones, con el objetivo de tener miembros del club que le soben chaqueta, y de $15.000 millones de dólares que se pierden en una corrupción disfrazada de subsidios y dádivas. Con esa cantidad, es muy posible que ese aumento sea factible. Ahora bien, ¿de dónde sacaría el presupuesto Maduro si no es con actitudes de económica desactualizadas que lo único que haría sería empeorar la inflación (una de las más altas del mundo) y devaluando más el pobre bolivitar?

Hace dos meses, antes de la muerte de Chávez, escribí que Maduro, ante unas eventuales elecciones, ganaría en cualquiera de los escenarios. Sin embargo, tras demostrar no solo falta de liderazgo sino una habilidad para inventar ridiculeces, la cosa ha cambiado, al punto que varios chavistas no le regalarán el voto a Capriles, pero tampoco votarán por Maduro pues no cumple con las expectativas y eso es lo que puede hacer la diferencia, a favor del candidato opositor. La otra diferencia se puede dar cuando pierda Maduro según los votos, pero el SAI (Sistema de Autenticación Integrado) que los registra, tengan una modificación por obra y gracia del espíritu de Chávez

lunes, 1 de abril de 2013

Alvarito, el ventrílocuo


Había una vez un ventrílocuo llamado Alvarito que tenía un show en un casino llamado el Casino Colombia. Cuando llegó fue recibido con bombos y platillos, y con un pueblo de pie que lo aplaudía porque hace rato pedía su presencia tras una mala función de un payasito llamado Patrañita quien, después de trabajar como delfín en el acuario de la ciudad, consiguió espacio en el show del casino, gracias a su promesa de encontrar la Paz y la tranquilidad de los espectadores. Infortunadamente, los de la empresa de logística FARC, hicieron todo más difícil para que su show saliera bien. Acomodaron la mesa, pero el día de la inauguración no fue el otro payasito, Tirofijín, y dejó la silla vacía y a Patrañita cogiéndose la cabeza y sin saber qué hacer.

Fue por esto y porque el grupo de logística FARC mostraban una cara mientras dañaban los camerinos, que la gente pidió un nuevo show para distraerse de tanta peculiaridad que hay en este país. Por tal razón, el ventrílocuo Alvarito llegó triunfante y dominando el lugar sin hacer nada aún más que lo que decían sus carteles publicitarios creando expectativa: acabar o cambiar el grupo de logística por otro que sirva para organizar, para desplazar, para imponer, paramilitar; prometía un acto de magia llamado meritocrácia, y que el show no solo lo vería nacionales sino que habrían extranjeros que decidirían invertir en cambiar la tramoya, los palcos, el camerino, eso sí, siempre quedándose con lo mejor;  y que todo se manejaría con rectitud y ejemplo.

Al principio fue todo un éxito. Por un lado porque le planteó una guerra al grupo de logística, del cual la gente estaba mamada, y eso gustó. También porque su libreto era de pueblo, coloquial, ya que en sus días que no tenía presentación, se sentaba en las tiendas cercanas al casino, sobre un bulto de papas, preguntaba cómo iba la cosa y, en frente de todos, regañaba a quien tocara, y eso también gustó. Hubo quien iba al casino, veía el show y cuando salía, decía, ahhh!! esto sí es un artista, ojalá en otros casinos se presentaran shows tan buenos, regando la voz y haciendo que más gente viniera a verlo, aumentando la entrada de los vendedores ambulantes de la puerta y de las crispetas y tintos y ponchos y sombreros en la tienda de souveniers dentro del casino. Así pasó un tiempo en el cual el dominio de la gente del ventrílocuo Alvarito era tanto, que la gente no solo iba más de una vez al mismo show, sino que repetían sus chistes y sus frases célebres, recordándole al mundo que a él le gusta trabajar, trabajar y trabajar.

Sin embargo, el contrato de Alvarito estaba por terminar y, como política del casino, no se renovaban contratos, por muy bueno que fuera el show. Pero esto no fue inconveniente para que él hablara con la junta directiva del Casino Colombia para hacer que esa regla obsoleta y hasta desusada por los casinos vecinos, fuera modificada, no por lo conveniente que pudiera ser, sino porque si el público quería que él se quedara, que más que darle lo que solicitado. Tras varias reuniones y negociaciones, respaldadas en notarias, se llegó al cambio y eso también gustó, y mucho.

La segunda temporada de Alvarito, a pesar de las expectativas no fue igual. Él, atado a compromisos con varios de la junta directiva que le ayudaron a cambiar la regla, no cambió mucho el libreto que, después de tanto tiempo con la misma función, dejó de gustar. Además, decidió darles unos palcos a sus hijos y a unos riquillos de la costa. Por eso, hubo gente influyente y de la prensa que dejaron de ir, pues ya nos les causaba gracia los chistes repetidos del famoso ventrílocuo,  desmejorando las ventas y llegando al punto que los guardas de seguridad, queriendo mantener su trabajo y con el objetivos de que los números de taquilla fueran positivos, se inventaron unos falsos positivos para satisfacer las necesidades de taquilla de Alvarito. Con tal de averiguar libretos y chistes de otros artistas, se chuzaron sus sistemas de audio y hasta la misma junta directiva fue víctima de un tinto microfoneado. Cuando sus miembros supieron de todo su actuar, se negaron (bueno, una parte) a crear un contrato para una nueva temporada.

-¿Qué hacer, por dios? Se preguntaba Alvarito mientras veía que El Tiempo (su aliado durante las dos temporadas) se acababa. Decidió utilizar uno de sus muñecos, el que más se parecía a un humano, con nariz redonda y ojeras, llamado JuanMAN como si fuera quien manejara ahora el show y, contando con que los asistentes que sí querían verlo por más tiempo, le patrocinarían un robot que sería forrado con el pellejo de JuanMAN, y que lo manejaría desde uno de los palcos, con todos los controles y micrófonos a disposición, para ponerlo a hacer y decir todo lo que le saliera de su mente y de sus tres huevitos.

JuanMAN era uno de los personajes favoritos de Alvarito, tanto que en el libreto era amiguitos. Por eso, cuando, a la salida de uno de los últimos show, Alvarito repartió volantes para promocionar su idea, todos decían felices que era la manera de continuar con el show, sobre todo para que la logística no la volviera a tomar el grupo anterior.

Así fue como Alvarito consiguió la plata para mandar a traer el robot que iría dentro del cuerpo de JuanMAN y poderlo manejar a distancia. Cuando llegó venía empacado, lleno de espuma, hecho en Colombia pero ensamblado en Estados Unidos. Alvarito feliz, lo abrió en una sola vuelta y lo forró con el cuerpo de su muñeco de defensa. A pesar de los consejos de sus amigos, no leyó las instrucciones porque él decía saber mucho de esos aparatos.

Los primeros shows fueron un éxito. La audiencia era casi la misma que había ido varias veces a ver el show anterior. Pero con el tiempo, el espectáculo fue cambiando lentamente. La gente esperaba escuchar esos chistes que se escuchan en la tienda, pero no, eran más chiste de salón, de coctel, de hacienda, de los que se escuchan en la sala de eventos Anapoima. Había cambio de repertorio en plena presentación. JuanMAN, que pasó de ser un muñeco a ser el ventrílocuo, creó unos personajes como Varguitas, JuanCami o AnVivi, que era de madera y con un ojito de vidrio, y hasta el Mico Mandante, su nuevo mejor amiguito (muñeco desterrado por Alvarito porque, según él, les compraba gaseosa y papitas a los de logística, y cuando el artista los buscaba para pelear, el mico, primo lejano de Kinny, los escondía, dejando a Alvarito hablando solo y diciendo... me saca la piedra). Esto no podía ser. ¿Cómo JuanMAN le iba a hacer eso a Alvarito si esos personajes eran de los primeros que se habían empezado a ir de su show cuando estaba en la segunda temporada? Como loco, Alvarito fue a su casa y, recordando lo que le habían dicho, empezó a leer el manual de instrucciones para ver cuál podía ser la razón del defecto.

‘Desleal cuando escucha aplausos por más de tres meses´-. Noooo!!! gritaba Alvarito, volando de la rabia y buscando el teléfono de la empresa para hacer el reclamo, pero eso fue peor. La empresa, que tenía un pésimo servicio al cliente, decidió ignorar sus llamadas con una tara “no voy a pelear con Alvarito”, que repetía 3 veces cuando llamaba. No conforme con esto, decidió empezar a escribir a través de twitter o para que le respondieran por su muñeco defectuoso o para que su público que él había empollado como si fueran tres huevitos, no asistiera a sus presentaciones.

Cuando Alvarito se dio cuenta que JuanMAN estaba tras bastidores haciendo negociaciones con el grupo de logística para que volvieran a ser parte del staff del casino y para que otros volvieran a sus negocios ambulantes, pegó el grito en el cielo y se empecinó a hacer todo lo que fuera necesario con tal de desactivar las pilas que tenía el que él consideraba un robot defectuoso, pero que desde hace un tiempo no podía dominar en lo más mínimo. Desde su palco se levantaba y gritaba, ese no es el libreto, pa eso no fue que lo compré, muñeco defectuoso, pero JuanMAN se hacía el loco. El payaso Patrañita, colado y de metido en el tema, también gritaba diciendo que no tenía por qué estar hablando con el grupo de logística. JuanMAN le decía que él no tenía por qué hablar, que él hasta les dio oficina cuando era el del show principal.

Dependiendo de cómo le vaya a JuanMAN con sus conversaciones tras bastidores, puede que logre, no solo una segunda temporada en el casino, sino que le pueden dar un premio de por vida de maquillaje Nobel, para que disimule las ojeras.

Por el lado de Alvarito, la cosa sigue empeorando. La presión se la regula a punto de valeriana y no hace sino viajar por todo el país diciendo que el show del casino Colombia perdió el rumbo, se salió del libreto. Por ahora lo han visto en varios centros comerciales, sobretodo uno llamado centro democrático donde piensa conseguir otro muñeco, esta vez de madera para que sí haga lo que él le pida y diga lo que él quiere que diga o, por qué no, convence a los de la junta directiva para que lo dejen estar una tercera temporada, así toque cambiar los estatutos del casino, una vez más.

martes, 19 de febrero de 2013

¿A qué juega el Chavismo?


¿A qué juega Chavez?... No conforme con tener al país vecino en una incertidumbre política que no beneficia ni a seguidores ni a detractores, ahora se dedica a hacer movidas, dicen sus seguidores, estratégicas, como el hecho de tomarse fotos con sus hijas, mientras leía el Granma, periódico cubano, o llegar a Venezuela un lunes en la mañana para llenar de alegría el comienzo de la semana de sus compatriotas. La presencia de Chavez en su país está rodeada de dudas; que si habla o no, que si puede firmar o no, que si en algún momento habrá un parte médico que respalde las opiniones de familiar del enfermo que da su gabinete y multiplican sus seguidores o, si por el contrario, confirma las especulaciones de detractores o hasta observadores neutrales que tenemos duda causada solamente por el hecho de que si estuviera bien o, por lo menos, mejorando, lo manifestarían a los cuatro vientos luego de poner a un médico en frente de las cámaras de Telesur.

Lo más posible es que Chavez haya vuelto con varios fines. Uno, es el emocional, el de las masas, el de decirle a sus compatriotas, acá estoy, vengo a pelear, así los detractores no le crean lo último. Sin embargo, lo que intriga al mundo político es cómo va a mover su próxima ficha en cuanto a la juramentación de su cargo como presidente, y la posterior renuncia o no, con las consecuencias que cada postura puede tener.

1. Chavez renuncia: Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, éste hecho implicaría que se debe llamar a elecciones. Sus detractores, felices por primera vez de algún actuar de Chavez, saldrían a la calle con el alma llena de esperanza, viendo un nuevo horizonte. Henrique Capriles, como lider natural de la oposición, volvería a ser el candidato oponente, sacaría una gran votación, posiblemente hasta un poco más que en las elecciones anteriores, pero no le alcanzaría pues se enfrentaría a Nicolás Maduro, heredero natural del chavismo, y quien estaría en el cargo presidencial hasta que se den las elecciones en las cuales actuaria como candidato oficialista, quien aunque no cuente con el carisma de su jefe, ganaría sea por la obediencia y lealtad del pueblo con el comandante Chavez, y eso llamado, la maquinaria política.

2. Chavez, no renuncia: Estaremos como estamos en este momento por un tiempo, todo dependiendo de la salud del presidente. Se hacen todos los esfuerzos posibles para que la salud de Chavez mejore, con el fin de que sea capaz de salir a un balcón a saludar a sus seguidores mientras éstos, voleando banderas y fotos de su líder, corean su nombre. Su gabinete y seguidores se dedicaran  a hacer de médicos de cabecera, dando partes, todos positivos o de mejoramiento, pero sin permitir que ningún experto en medicina haga lo adecuado que es dar su opinión profesional y no la especulación benévola de su séquito. Al momento que Chavez muera, en una semana, o en tres años, Madura coge la rienda, hay elecciones y gana.

Uno puede considerar que lo de Chavez es lo mejor o lo peor del mundo. En el caso de su salud, nunca espero que muera, por el contrario, espero que se mejore y que el manejo del poder en el país vecino se haga por los medios democráticos que existen en Latinoamérica. Lo que yo pregunto es, ¿qué pasaría si un partido político como el de Chavez, revolucionario y golpista, fuera el que estuviera al otro lado del rio? ¿Qué tal que fuera Capriles o cualquier otro el que, estando enfermo, fuera evasivo, arbitrario, turbio e impositivo? ¿Sería que no rechazarían este actuar? Posiblemente si, y esa respuesta lo que hace es confirmar que la incertidumbre en la que está Venezuela, la crean los mismos que la están aprovechando.

viernes, 18 de enero de 2013

Álvaro Uribe y Lance Armstrong


La frase "nadie le tira piedras a un árbol sin frutos" la dijo Manuel Elkin Patarroyo cuando recibía críticas a diestra y siniestra por sus logros con la vacuna de la malaria. La frase viene al caso para hacer la comparación del título, no sin antes decir que no quiero ponerme del lado de los protagonistas.


Álvaro Uribe Vélez, gústele o no, hizo cambio trascendentales en el país durante su periodo como presidente. Los uribistas, sobre todo los purasangres, lo siguen adorando, tanto que según una encuesta con una pregunta hipotética en la que lo ponen a competir por la Presidencia de la República contra el actual Presidente Juan Manuel Santos, el primero ganaría con 42% contra el 36% del segundo. Los anti uribistas, sobre todo los más cerrados, no admiten nada de lo bueno que ocurrió en 8 años olvidando mejoramiento de seguridad en el campo, reducción de la fuerza guerrillera o la inversión extranjera.

Es debido a estos cambios que se destacó entre los otros mandatarios recientes, y es debido a esos mismos cambios que, cuando se fueron descubriendo los métodos maquiavélicos con que se lograron, Yidis, Das, falsos positivos y desmovilizaciones, la decepción invadió a algunos y a otros los armó de piedras para lanzarle al árbol que estaba dando frutos.

El caso de Lance Armstrong tiene cierta similitud con el de Uribe. Quien el mundo consideraba ser el mejor ciclista de todos los tiempos, el que renombró el Tour de France por el tour de Lance, tras ganar 7 tours seguidos, apabullando a sus rivales, no en las planicies sino en las lomas de mayor dificultad, como los Pirineos, por ejemplo, terminó despojado de títulos tras su confesión de haberse dopado para mejorar su rendimiento. No solo lo espera una multa que puede ser mayor a su fortuna sino que puede enfrentar un carcelazo por haber mentido ante un juez federal, es decir, por perjurio.

Dos celebridades que llegar a la cumbre de su carrera, pero que pusieron un manto de duda ante los ojos de seguidores y detractores porque no se veía claro cómo lograron llegar hasta tan lejos si no tenían tanto lazo. Hubo otros como Maradona y su vida privada de drogas y orgías, Héctor Lavoe con sus adicciones y falta de puntualidad, y otros más que ustedes recordarán, pero no con las consecuencias de nuestros dos protagonistas.

El hombre de la mano fuerte y el corazón grande, según su campaña política y, más tarde, de los tres huevitos. El otro, el del livestrong (viva fuerte) que se veía en su manilla de la campaña contra el cáncer, porque terminó con un huevito. Son de esas similitudes que solo se dan tras siete tours, ocho años de gobierno, o tener mucho huevo.