jueves, 19 de mayo de 2011

Las Pruebas Caen como una Bomba (en territorio ajeno)

En Colombia se están investigando a varios congresistas por verse involucrados en lo que ha sido denominado la Farcpolítica. Varias de esas investigaciones tenían como fundamento o siquiera como complemento, una información que reposaba en los computadores encontrados tras la famosa Operación Fenix, en la que se dió de baja a uno de los cabecillas de las FARC, Raúl Reyes. A pesar de la alegría de muchos por su sed de venganza, y la incredulidad de otros por la resistencia de unos portátiles ante un bombardeo (explota la casa pero no las ventanas, me dijo alguien), la información que estos contenían tomo gran valor, sobretodo por la manera de señalar a más de un político que, bien o mal, estaban permanentemente en la escena, mojando prensa.

De ahi se desprendieron investigaciones contra Piedad Córdoba, por ejemplo, con los varios seudónimos ya conocidos, Teodora, la mujer de Bolivar. Antes, sin embargo, contaron con la inspección de la Interpol, con el fin de certificar que dichos aparatos no habían sido manipulados... (no se pa' que, si el gobierno no manipula).

En el caso de la defensa de Wilson Borja, congresista miembro del Polo, del grupo de la FarcPolitica, la Corte Suprema considerando, entre otras cosas, el Tratado de Colaboración firmado entre Colombia y Ecuador en 1996, descartó la validez de la información encontrada en los computadores ya que se había obtenido de manera ilegal. Además, que varias de las mencionadas pruebas no tienen el peso de tal pues no son datos obtenidos de la red después de hackear un correo, sino documentos de Word.

Miremos esto con lupa. Si el Ejercito obtuvo las pruebas en la Operación Fenix, que fue valerosa, efectiva pero ilegal, entonces estas también lo son. Si la misma institución ejerció funciones de Policia Judicial, que no tiene, como hacer inventario de lo recopilado, el cual seguramente no hicieron, también. Si la información no es de un correo electrónico de internet sino de documentos de Word, varias de ellas, más que ilegales, son inútiles. Éstas, sobretodo, son en las que más se apoyó el Procurador Ordoñez para, hasta cierto punto salirse de sus funciones, de su territorio, y sancionar a una congresista como Piedad Cordoba, que no es de mis afectos... el que es de mis afectos es un señor llamado El Debido Proceso. Sin embargo, ese mismo Procurador dice que su decisión no se basa solamente en dichos documentos sino también en las declaraciones de alias "ucraniano" un infiltrado del ejercito en la guerrilla.

Si en vez de haber utilizado las pruebas como se hizo, y más bien se hubiera aprovechado el software para hacerle inteligencia a las Farc, seguramente la cosa, hubiera salido mejor. Lo que pasa es que el método maquiavelico y la desesperada necesidad de resultados da para que un Ejercito preparado como el nuestro, peque por exceso. Este es el primer capítulo de la historia, pero seguramente, no el último.

viernes, 6 de mayo de 2011

@ y roban, y siguen robando

Me acuerdo del pueblo donde los ladrones eran tan honrados que uno dejaba la puerta abierta y no entraban porque habían trapeado. Ese pueblo puede quedar en Colombia, por que no, si los ladrones no somos la mayoría sino un puñado de cuello blanco que creen que esto es de ellos. Es desmotivante lo que nos ha tocado ver en los últimos días donde mañana tras mañana, los medios de comunicación nos despiertan con un despilfarro del erario que es ridículo, que no parece tener fin y, sin embargo, ahí está y seguirá hasta que no despertemos del letargo del roba-roba. Cuanto tendrá este país, con todo lo que han robado y todavía queda.

El Ministerio de Protección Social, nombre no consecuente por cierto, tenía una mafia interna que se encargaba de aprobar desembolsos no merecidos por las E.P.S. del país, haciendo que el macilento sistema de seguridad social se encuentre al puento de desfallecer.

La DIAN permitió que los Nule evadieran impuestos por más de tres años, beneficiados allá adentro sabrá por quien, y con el increible agravante que, aún debiendo esos impuestos, ganaban licitaciones para hacer remodelaciones dentro de la misma institución, dejándolas a medias, como es su costumbre. No solo me roba sino que le presto plata pa que me siga robando. Colombia, un compromiso que no podemos evadir, dice el slogan de la Dian, pero éste, igual que el nombre del ministerio nombrado, hacen caso omiso a su frase de cajón.

Estalló un escandalo por el manejo del Club Militar, tras una auditoría solicitada desde enero por el Mindefensa Rivera, arrojando que las irregularidades, el derroche y la desproligidad a la hora de manejar recursos se ve hasta en los más exigentes, los de la vida castrense.

Pero lo que si nos debe indignar, así sea un poquito, así sea por pena del tipo de sociedad que le estamos dejando a nuestros hijos, son los recursos y mercados que se perdieron, sea por desviación de uso o porque se pudrieron guardados en una bodega, que iban destinados a los damnificados del invierno. Agradezca usted, que no se mojó, que no le saquean en las noches lo que dejó, que no lo reubican porque la ladera está que cede. Ni siquiera gente pudiente con sus casa-finca cerca del rio, pues de esos también hubo víctimas. Pero, que se pierda dinero y comida, donada con gusto, pero despilfarrado con y por lo mismo, eso si, que nos dé un poco de indignación, para la sociedad de nuestros hijos. Claro que como vamos, esa, dentro de veinte años, también se inundará.