viernes, 30 de noviembre de 2012

Reelegido Ordoñez


La Constitución Política de Colombia dice que la Procuraduría, representada por sus miembros es la encargada de "...ejercer la función de control sobre la conducta de todos los servidores públicos - incluidos los de elección popular - a fin de salvaguardar el imperio del derecho, la eficiencia del orden jurídico, los derechos humanos y los intereses de la sociedad".

La reelección del Procurador Alejandro Ordoñez Maldonado es un ejemplo muy claro de todo lo contrario a lo que la Carta sugiere. El señor Ordoñez ejerce control sobre las conductas de los servidores públicos. El problema es, como lo mencioné hace 2 meses, que afila el hacha y entiesa el perrero con mucha más intención que cuando él mismo debe flagelarse. Ha llegado al punto de destituir con pruebas que la Corte más tarde ha calificado como improcedentes.

El párrafo continua con "... a fin de salvaguardar el imperio del derecho.." para acordarnos que, mediante acuerdos bajo la mesa, almuerzos, agasajos y demás formas de clientelismo barato, típico de los políticos del país, empezó a recolectar los votos que surgieron como cosecha de dádivas o de insinuaciones de proceder en contra, con todo el peso de la ley y del acto disciplinario, de aquellos que no tuvieran claro que su cargo debería extenderse por cuatro años más o contando con el aval directo, ya que los familiares de estos senadoruchos son de la nómina de la Procuraduría o cuota política de las cortes

Él dice haber sabido salir avante de los señalamientos que la sociedad le hace cuando antepone sus principios religiosos o su homofobia a los lineamientos legales, pero olvida que, a causa de una tutela, debió retractarse, a su modo, eso sí, de las declaraciones relacionadas con el aborto en casos permitidos y de su posición contraria a la ley, así él no lo acepte. ¿Qué expectativas podemos tener de una persona que sigue un orden jurídico a punto de salmos y que, de ser posible, aparte de multa y sanción, impondría rosarios y padresnuestros como forma de reformatorio moral?

Puede haber gente en este país que considere que lo que Ordoñez hace, con su evangelio, era algo que faltaba para volver a los caminos de la moral y la decencia, y está bien que lo piensen. Lo que está mal es que sea el mismo funcionario el que, olvidando lo predicado, le retuerza el pescuezo a la ley con tal de quedarse en el puesto y, desde ahí, tratar de modificar el pensamiento de un país que piensa en dirección progresista, aprendiendo de lo que pasa en el mundo.

Santos, que no sabe para donde mirar sin que se le vengan problemas encima, no hizo nada para apoyar a la Dra. María Mercedes López. Esta magistrada del Consejo Superior de la Judicatura fue la que destapó el escándalo de las pensiones para los magistrados auxiliares de las Cortes a poco tiempo de que se jubilaran. Con una persona de ese calibre, uno debe hacer más campaña entre los miembros de su bancada en el Congreso. Pero no, Santos dejó a la pobre dama buscando votos entre carroña y ripio. Pero bueno, no me extraña de Santos que solo la haya puesto para cumplir con su candidato y completar la cuota femenina.

Ya se vendrán las demandas en contra de la elección por no haber terna completa, y ya sabemos qué va a salir de ahí. Claro que recuerden que la terna de dos cuando era para fiscal no se podía, porque no le convenía a cierto sector de la política del momento, y también recuerden que esto solo pasa en el país donde hay cohecho de uno, como en el caso de Yidis.

Claro que quienes sí me tienen asombrados son los disque mente abierta del disque Partido Liberal. Todos los conceptos que se tienen sobre la forma liberal de ver la vida, que son los que este grupo político defiende y por los que el elector los escoge, terminaron en la basura al votar a favor de la reelección de Ordoñez. ¿Dónde queda su aspecto consecuente? Da grima. Pero todo es culpa de nosotros por elegir siempre a los mismos sin siquiera saber qué proponen.

Nos tocará aguantarnos pues a este señor otros cuatro años. Esperemos a ver cuántas sentencias más de rectificación habrá que aguantarnos.

Nota: Esperemos que los diálogos de paz con las FARC sigan como dicen que van, por buen camino. Si esa negociación se daña, Santos pierde la reelección.

martes, 20 de noviembre de 2012

Enclavados por la Corte

Las consecuencias del fallo que dictó la Corte Internacional de Justicia es como un mondongo de ricos: muchos cayos y poca agua. Después de 11 años de disputas, Colombia, que era la parte que se defendía, llevó la peor parte. Desde que comenzó este litigio por la soberanía de territorio colombiano, Colombia nunca estuvo en una posición favorable ya que, lo mejor que podía pasar, era que no perdiera nada. Nunca estuvo esperando que la Corte decidiera en su favor algo mejor de lo que ya tenía, es decir, San Andrés, Providencia, Santa Catalina, los cayos aledaños y el mar territorial. Sin embargo, tras aceptar someterse a la Corte Internacional de Justicia, durante el gobierno de Pastrana, aceptamos jugar ese partido. Otra cedida de territorio de ese gobierno si tenemos en cuenta lo que pasó con las FARC en el Caguán. Debió considerarse en el fallo de 2007, cuando se nos asignó la soberanía de las Islas, el hecho de no poderse modificar el mar territorial. Sin embargo, no podemos ahora ponernos en la posición de no querer acatar el fallo ya que las consecuencias que eso implicaría serían aún peores que las de perder cierta parte del mar territorial.

Ya saltó el ex presidente Uribe a decir que, en caso de ser suya la decisión, lo que debería hacer Colombia es el desacato, aún con los roces diplomáticos que tal situación pueda acarrear. Puede ser actitud populista, recogiendo el clamor de muchos que, aunque orgullosamente colombianos, no miden sus acciones o palabras y consideran que una de las mejores alternativas para solucionar el problema es frentear a Nicaragua y, como rufián de pueblo, decirle... como es que es, pues?!! También puede ser una actitud armamentista del señor Uribe, lo cual es de las pocas que le conocemos, teniendo en cuenta que fue elegido y reelegido para la guerra interna y varios de sus logros más destacados se llevaron a cabo a causa de acciones militares.

Santos y su combo, por ahora, lo que plantean es una inconformidad con ciertos aspectos del fallo entre los cuales se da el hecho de considerar que lo que la Corte asignó, es más de lo que Nicaragua pedía en primer lugar. Ahí está, creo yo, la mejor forma de plantear ante la misma corte una alternativa para que, mediante estudio del recurso de revisión, sean los magistrados los que entren a considerar un posible "otro si" al fallo. Buscar un cambio a través de medios armamentistas o desacatando lo que ya se profirió, traería consecuencias nefastas para las aspiraciones no solo diplomáticas sino económicas y de cooperación de Colombia en un no muy lejano futuro. Nicaragua iría derechito al Consejo de Seguridad de la ONU, que pa' eso si sirve.

Lamento mucho los estragos económicos que le puede traer a Colombia este suceso. Pero no solo lo digo por quienes directamente sufren las consecuencias como lo son los habitantes de San Andrés y demás islas y cayos cercanos, quienes viven de la pesca artesanal e industrial, ni por toda la cadena de flujo de caja que eso implica. Lo digo es por todos los colombianos que indirectamente perdimos la zona exclusivas de explotación y demás beneficios, incluyendo petroleo y fauna, y lo peor de todo, la soberanía. 

Hay cartógrafos dedicados el día de hoy a elaborar lo que ahora es Colombia, sobretodo en el mar caribe y el Océano Atlántico. Unos para actualizar los libros de colegio. Otros para trazar nuevas rutas para que los narcos movilicen la merca. El mapa según el fallo aún está caliente. Esperemos que el brazo diplomático y asesor de Presidencia y Cancillería abra bien el compás, acomode bien la brújula y lea los otros tratados con países con quienes compartimos  fronteras marítimas para que así se resuelva la discrepancia.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Demo. cracia de Colombia (gobierno del burro)

Después de varios meses de disputas, señalamientos y hasta mentiras de parte y parte, por fin terminó la carrera presidencial de los Estados Unidos. A pesar de que los debates provocaron un acercamiento en la intención de voto de los candidatos, dándole puntos al Romney, estos no fueron suficientes para detener la fuerza de convocatoria y el carisma con el que cuenta el hoy reelegido Presidente Barack Obama. La disputa se planteaba, desde la culminación de dichos debates, por los estados indecisos, entre votar rojo republicano o azul demócrata. Estos estados, entre ellos Ohio y Florida, contaban con gran participación de los colegios electorales que son los que, a la postre, definen al presidente.

Lo que los grandes medios de comunicación y analistas políticos pasaron por alto fue la trascendencia que tenían en estas elecciones lo votantes de Turbaco, Bolivar. Pueblo macondiano, cercano a Cartagena donde alguna vez intentaron regalarle un burro, llamado Demo al Presidente Obama, tras su visita a la Cumbre de las Américas. Animal simbólico, el burro digo, del partido del hombre más poderoso del mundo. Es que eso solo pasa acá, en Colombia, el país of the Sacred Heart of Jesus (en inglés, más adecuado) El alcalde de dicho municipio decidió imprimir tarjetones y montar puestos de votación para que la gente voluntariamente votara por su preferido. Pero no solo en Turbaco; también en Puerto Tejada, Cauca hubo elecciones simbólicas.

Mientras en ciudades de varios millones de personas en los Estados Unidos no había casi publicidad en calles y edificios como si ocurre acá, ni había ley seca, como si ocurre acá, ni fue un día festivo, como si ocurre acá, las campañas invirtieron de forma masiva en medios de comunicación y redes sociales, los bares y restaurantes no tuvieron restricciones, la gente fue a trabajar y solo sacaban un tiempo del día para ir a votar. Acá aún estamos en un estado retrógrado que cree que las restricciones sirven para algo. Pero bueno; ¿que más podemos esperar de un sistema electoral que invierte $150.000.000.000 en una campaña donde solo votaron el 5%, como en las consultas internas recientes? ¿No habrá nadie que tenga el talento para proponer una metodología más práctica que evite que el erario se gaste y se desgaste? El problema va más allá.

Empecemos por los partidos políticos que hay en este país. La mayoría de las personas en Colombia no se ven identificadas con un partido político, y las razones son muchas. Están decepcionados de tanta mentira y transfuguismo. Otros creen en personas pero no en partidos. Hay quienes piensan que se debe a la pluralidad partidista pero que ninguno tiene conceptos de fondo, sobre todo los creados a conveniencia, de momento, casi ad hoc. ¿Qué habría hecho Roy Barreras en un ambiente político como el de los Estados Unidos, donde no se puede cambiar de partido como los niños cambian de disfraz en cada Halloween? ¿Qué ocurriría con la disputa Santos – Uribe, ambos de origen Liberal, el primero creando un partido para reelegir al segundo, y el segundo, al sentirse traicionado, creando otro partido con ideales en las antípodas del de su raíz política? ¿Dónde quedaría esa sábana de papel que utilizamos como tarjetón en las elecciones debido al número de partidos y representantes que cada uno tiene? Y después nos quejamos porque en Turbaco y Pto. Tejada quiera hacer elecciones simbólicas. Imagínense un pueblo de los Estados Unidos, bien folklórico, como Turbaco, haciendo una representación de unas elecciones colombianas, buscando a Roy como jugando ¿Donde está Javier?, en la página central de periódico. Además, viendo debates televisados dentro de los mismos partidos donde un traidor y un rufián de barrio se pelean por las bancadas.

La gente se queja de la complejidad del sistema electoral norte americano. Sin embargo olvida que la actuación circense y de reality barato es pan de cada día en el país, que hacen del nuestro un ejemplo a no seguir.

Además: qué bueno que ganó Obama. Romney solo conoce Columbia, con la u, pero no la que están pensando.