jueves, 30 de agosto de 2012

Lo que Santos aprendió de sus Antecesores

Juan Manuel Santos tiene varias desventajas, comparado con sus antecesores. La más destacada es el hecho de que quien apoyó su candidatura y prácticamente labró el terreno para que llegara a la presidencia, el ex presidente Uribe, es hoy su mayor opositor a causa de lo que éste último ha considerado un actitud del primero que encaja en el rótulo de la traición, ya que no siguió su políitica de Seguridad Democrática, ataque frentero a la guerrilla, liderada por Santos como Ministro de Defensa, y también la paces que ha hecho con quienes antes eran sus distantes enemigos, léase Chavez y Correa.
 
Uribe, en su síndrome de abstinencia de poder, ha hecho todo tipo de comentarios y declaraciones incomodando el proceder del gobierno actual ya que aún cuenta con una popularidad considerable,  cuando lo que él tenía como bandera, se desdibuja con el actuar de Santos.
 
Por otro lado, Santos tiene varias ventajas que, creo yo, se dan basandose en su análisis para no caer en los errores que cometieron sus antecesores. Santos busca abrir fronteras de comercio para que Colombia aumente sus importaciones y sobretodo sus exportaciones, buscando en todo el mundo diferentes TLC, pero lo hace de una manera regulada y paulatina y no abriendo puertas sin tener la preparación y la infraestructura necesaria como le pudo pasar a Cesar Gaviria y, sin olvidar, que la racha de la violencia ha sido inversamente proporcional a la confianza inversionista.
 
Tampoco tuvo el inconveniente a la hora de financiar su campaña o llegar a la Presidencia, como si le ocurrió a Samper y que, a la postre, no lo dejó gobernar. Por el contrario, la campaña de Santos la graficó, pintó, cortó y pegó Alvaro Uribe y su alta popularidad por resultados y su imposibilidad de un tercer período. Por algo sacó la mayor votación de una campaña presidencial en la historia (algunos pensamos que si no fuera por este factor, Jaun Manuel Santos nunca habría sido Presidente, o sino póngalos en una campaña hipotética Uribe vs. Santos, a ver quien gana).
 
De Andrés Pastrana, el Presidente tiene, que es un cachaco de sangre azul, de trajes de U$3.000 y que es un poco derrochador a la hora de hacer cumbres o populismo. Lo que esperamos es que no caiga en los errores del primero al ceder tanto en el jueguito hipócrita de la guerrilla que, mientras firmaban acuerdos y se tomaban fotos con el señor Lemoine y demás asesores de la ONU y otros organismos internacionales, esa misma guerrilla, signataria de dichos acuerdos, destrozaba puentes, escuela, pueblos enteros y secuestraba personal de la fuerza pública.
 
En lo que ha avanzado de diálogos hay varias diferencias:
* Se hizo secretamente, no como Pastrana que lo hizo público para volverse popular.
* No hay zona de despeje. Se han adelantado acercamientos en Cuba, y Noruega se presta como país facilitador.
 
Por ahora solo estamos en el prólogo y si, es cierto, es uno muy diferente al que le tocó a Pastrana. El gobierno de Uribe y su política de derecha diezmó el poder de las FARC, al punto que ya ven el diálogo como una opción, antes que los eliminen en el campo de batalla. Ojalá a Santos no le pase como a Uribe que, con la excusa de no tener tiempo (para atacar a las FARC en Venezuela, como dijo recientemente) deje el trabajo a mitad de camino. Y también ojalá Santos no copie la adicción de poder de su antecesor, logre el objetivo de la paz y no busque la reelección, como alguna vez mencionó.