martes, 19 de abril de 2011

Convocando a lo Absurdo

Después de que la Fiscalía imputó cargos a muchos exfuncionarios (anterior Min Agricultura) y dizque empresarios(los Nule), se ven unas cosas que solo ocurren en el país del Sagrado Corazón de Jesús. En el primer caso referido, desde el ex Viceministro y el Secretario, hasta otros de menor rango, ya están entre rejas siendo procesados. Lo curioso es que ya fueron visitados por su anterior jefe, Andrés Felipe Arias, quien se dio un vueltica por allá el Domingo de Ramos (pero no de palma de Carimagua), mostrando solidaridad con sus anteriores subordinados o haciendo un lobby amenazante que pueda hacer un bosquejo del libreto de lo que deben y que no deben decir en el momento de ser interrogados. Otra razón de la visita del personaje en mención puede ser que, como el estudiante primíparo que le toca entrar dos días antes para adaptarse al campus, decidió ir a ver donde quedaban los baños, la cafetería, los teléfonos y demás privilegios, para no sentirse desubicado en caso de que termine allá.
Aparte de eso, ahora resulta que el jefe de Arias, es decir, el expresidente Uribe, quien aún cree que gobierna y que goza de la misma popularidad, decidió convocar desde su oficina virtual, es decir, su cuenta de Twitter, una manifestación pública el 4 de mayo a las 12m en las instalaciones de la Fiscalía como protesta en contra de la desmedida persecusión que el ente acusador ha montado en contra de su exfuncionarios, sabiendo que son todos personajes probos.
Lo que nos faltaba. ¿De que color será que quieren que tengamos la camiseta?¿Yo vine porque quise, a mi no me encerraron? ¿Uribe va a ir?. Y si fuera, va a reportar paso a paso con su twitter? Esperemos a ver su próximo trino. A ver que canta, igual que cantarán, con libreto bien aprendido, los que estan siendo acusados por una Fiscalía cuya cabeza fue escogida de una terna que no es tan laxa como la que ellos, posiblemente, querían.

domingo, 3 de abril de 2011

La Seguridad de Quién

Imagínense que por un pueblo, pasó el ejercito. Días después aparecen tres ninos muertos, una de ella antes violada. El sindicado es miembro ese ejercito y está envuelto en un proceso judicial. Proceso que, al parecer, debe ser ganado sea como sea pues este no puede ser un escándalo más después de los falsos positivos, entre otros. Por tal motivo, un grupo de personas, diciendo que pertenecían a la Defensoría del Pueblo, descienden de un helicóptero del ejercito e interrogan a las personas vecinas del hecho de los tres niños. Sin autorización, sin permiso, preguntan, filman, graban. Todo con el fin de recopilar pruebas a favor del sindicado soldado del glorioso Ejercito de Colombia. 
Si este es el proceder del los encargados de darnos una protección, que expectativas tienen personas que en estos momentos están a las espera de una restitución de lo que es suyo, de eso que perdieron por falta de efectividad del primer grupo del que hablamos. De la tierra. De aquellos que, dejando todo atrás, todo a lo que le metieron todo para conseguirlo, se ganan el título de desplazados. A ellos les van a devolver eso que les robaron a fusil. ¿Y será que si los dejan volver tan fácil? Ya han matado a varios líderes que han adelantado el proceso de restitución. A otros, esto les ha dado miedo. Porque no hay garantías. Porque los que deben proveer una parte de esas garantías, la seguridad, se ven inmersos en escándalos de violación y asesinato de niños. Pero bueno, una persona con problemas psiquiátricos puede haber en cualquier parte. Lo preocupante es que gasten del erario para hacer un montaje de unidad investigativa para defender a quien supuestamente cometió ese delito.
No podemos olvidar que la juez que llevaba el caso fue asesinada recientemente. No quiero decir que sea un acto relacionado. Ella llevaba otros procesos de alto calibre. Tampoco que al padre lo desplazaron a Bogotá por seguridad. ¿Manejada por quién? Los desplazados sufren otra inceridumbre; quién los cuida. No hubo garantías para que vivieran ahí, y por eso son desplazados, pero ahora si hay, no solo para entrar a paisaje conocido sino quedarse en tierras narcotraficables de gran apetencia defendidas a bala por grupos insurgentes y atacados por los proveedores de la seguridad de la que estamos hablando.