martes, 19 de febrero de 2013

¿A qué juega el Chavismo?


¿A qué juega Chavez?... No conforme con tener al país vecino en una incertidumbre política que no beneficia ni a seguidores ni a detractores, ahora se dedica a hacer movidas, dicen sus seguidores, estratégicas, como el hecho de tomarse fotos con sus hijas, mientras leía el Granma, periódico cubano, o llegar a Venezuela un lunes en la mañana para llenar de alegría el comienzo de la semana de sus compatriotas. La presencia de Chavez en su país está rodeada de dudas; que si habla o no, que si puede firmar o no, que si en algún momento habrá un parte médico que respalde las opiniones de familiar del enfermo que da su gabinete y multiplican sus seguidores o, si por el contrario, confirma las especulaciones de detractores o hasta observadores neutrales que tenemos duda causada solamente por el hecho de que si estuviera bien o, por lo menos, mejorando, lo manifestarían a los cuatro vientos luego de poner a un médico en frente de las cámaras de Telesur.

Lo más posible es que Chavez haya vuelto con varios fines. Uno, es el emocional, el de las masas, el de decirle a sus compatriotas, acá estoy, vengo a pelear, así los detractores no le crean lo último. Sin embargo, lo que intriga al mundo político es cómo va a mover su próxima ficha en cuanto a la juramentación de su cargo como presidente, y la posterior renuncia o no, con las consecuencias que cada postura puede tener.

1. Chavez renuncia: Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, éste hecho implicaría que se debe llamar a elecciones. Sus detractores, felices por primera vez de algún actuar de Chavez, saldrían a la calle con el alma llena de esperanza, viendo un nuevo horizonte. Henrique Capriles, como lider natural de la oposición, volvería a ser el candidato oponente, sacaría una gran votación, posiblemente hasta un poco más que en las elecciones anteriores, pero no le alcanzaría pues se enfrentaría a Nicolás Maduro, heredero natural del chavismo, y quien estaría en el cargo presidencial hasta que se den las elecciones en las cuales actuaria como candidato oficialista, quien aunque no cuente con el carisma de su jefe, ganaría sea por la obediencia y lealtad del pueblo con el comandante Chavez, y eso llamado, la maquinaria política.

2. Chavez, no renuncia: Estaremos como estamos en este momento por un tiempo, todo dependiendo de la salud del presidente. Se hacen todos los esfuerzos posibles para que la salud de Chavez mejore, con el fin de que sea capaz de salir a un balcón a saludar a sus seguidores mientras éstos, voleando banderas y fotos de su líder, corean su nombre. Su gabinete y seguidores se dedicaran  a hacer de médicos de cabecera, dando partes, todos positivos o de mejoramiento, pero sin permitir que ningún experto en medicina haga lo adecuado que es dar su opinión profesional y no la especulación benévola de su séquito. Al momento que Chavez muera, en una semana, o en tres años, Madura coge la rienda, hay elecciones y gana.

Uno puede considerar que lo de Chavez es lo mejor o lo peor del mundo. En el caso de su salud, nunca espero que muera, por el contrario, espero que se mejore y que el manejo del poder en el país vecino se haga por los medios democráticos que existen en Latinoamérica. Lo que yo pregunto es, ¿qué pasaría si un partido político como el de Chavez, revolucionario y golpista, fuera el que estuviera al otro lado del rio? ¿Qué tal que fuera Capriles o cualquier otro el que, estando enfermo, fuera evasivo, arbitrario, turbio e impositivo? ¿Sería que no rechazarían este actuar? Posiblemente si, y esa respuesta lo que hace es confirmar que la incertidumbre en la que está Venezuela, la crean los mismos que la están aprovechando.