martes, 22 de mayo de 2012

Y por qué no te callas?


A pesar de no estar de acuerdo con la recalcitrante y reiterativa avanzada del ex Presidente Uribe en contra del gobierno actual, sea porque se considere traicionado en su buena fe, después de lanzar al ex ministro y hoy presidente JuanMa Santos a la presidencia, porque se desvió del norte planteado por la seguridad democrática o porque se le quebró uno de los tres huevitos, aunque todos sabemos que Uribe tiene más que huevito, eso no justifica la intensión terrorista que se ha desarrollado últimamente en contra de sus escuderos y del propio Uribe en regiones tan lejanas como Argentina y el fallido intento de atentado, cuando estaba en cercanías del teatro Rex, de Buenos Aires.
En ningún momento siquiera sospecho que el gobierno de JuanMa tenga algo que ver con alguno de estos hechos atroces. La pregunta se enfoca en quien. No hay duda que el reiterado oportunismo de Uribe para manchar la labor de su predecesor enerva hasta al más tolerante. La critica a los gastos de la Cumbre de las Américas, donde nos dimos cuenta que Barack Obama ha sido el mejor alcalde que ha tenido Cartagena, pues en tres días limpió las calles, pintó las casas, escondió a los indigentes y asignó a las meretrices un servicio secreto de dudosa rePutación. Las críticas a lo que él considera populismo cuando el presidente decidi'o plantear una estrategia donde le va a dar vivienda a los pobres más pobres. Los comentarios comparativos de políticas de seguridad hechos a las afueras de la clínica donde su ex ministro del Interior, Fernando Invercolsa Londoño Hoyos se recuperaba después de un lamentable atentado (acuérdese del caso del club El Nogal, ex presidente Uribe, pasó en su gobierno, o el atentado a Vargas Lleras). Nada de lo anterior justifica el terrorismo que se viene dando. Un famoso "por qué no te callas" como le dijo el Rey de España (o su majestad como le dice Uribe) hubiera bastado para apaciguar la cacofónica actitud del señor de El Uberrimo. ¿Será que hay relación entre los actos de terrorismo ya mencionados? Puede que no, pero si hay cierta duda a causa de la cercanía entre una y otra.
Ahora bien, ¿quien está detrás de dichos hechos? Será la guerrilla buscando una venganza de la venganza o el paramilitarismo buscando compensación por lo que ellos consideraron una traición?
Sea cual fuera el agente determinador de dicho acto barbárico, déjenme recordarles desde acá que la violencia no es lo que la gente quiere que sea el epílogo de la novela Uribe. Unos lo quieren para presidente de nuevo, violando lo establecido en la Constitución. Otros lo quieren tras las rejas. Por ahora, lo que me gustaría es que se calle. Razón tenía un reporte de la revista The Economist, un par de meses antes de la posesión del actual presidente. El título decía: "Deje a Santos ser Santos", insinuando la incomodidad que puede tener un mandatario cuando quien más lo promocionó, le siga respirando en la nuca. El artículo termina diciendo que lo mejor que podría hacer Santos es nombrar a Uribe embajador en Beijing. No es un problema de distancia, allá también le funciona el twitter; es de prudencia, de humildad, de dejar trabajar al que ahora manda, así se sienta traicionado.